Es una de las manifestaciones atmosféricas más fascinantes y de difícil pronóstico que puede aportar chubascos, tormentas eléctricas e, incluso, granizos locales. Una baja segregada estará activa este sábado 31 en la cordillera del centro norte de Chile y esto es lo que hay que considerar.
¿Lloverá durante este Año Nuevo 2022-2023? No, no serán lluvias. Sí podrían caer chubascos, especialmente, en la cordillera y sectores precordilleranos andinos en las regiones de Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins y Maule. Y, cómo no, más de algún chaparrón podría mojar también algunos valles de este tramo.
¿Cuál es la diferencia? La lluvia es un tipo de precipitación líquida que cae de manera continua durante el periodo prolongado y abarca un espacio territorial amplio. En cambio, los chubascos se caracterizan por su comienzo y final abruptos, y por la rápida, y en ocasiones violenta, variación en la intensidad de la precipitación.
Es decir, los chubascos son aguaceros intensos, pero breves y que caen por sectores. Son chaparrones discontinuos (caen, paran, caen, paran) que mojan lugares puntuales por uno 10 o 15 minutos y se detienen.
Puedes recibir chubascos en la cuadra de tu casa, mientras que en la cuadra siguiente brilla el sol. Les toca a unos primero, luego a otros, e incluso, nada a los vecinos del mismo barrio.
Este lunes 26 de diciembre la caída de chubascos provocó la activación de quebradas en la comuna de Paihuano (Coquimbo). Una condición similar se mantendrá el resto de la última semana del año viejo sobre la cordillera central, pero lo que más preocupa es que se fortalecerá de cara al fin de semana de Año Nuevo.
La responsable de esta probabilidad de chubascos e, incluso, tormentas eléctricas locales durante el fin de semana, se llaman bajas segregadas o núcleos fríos en altura (son lo mismo). Estas manifestaciones naturales son “un dolor de cabeza” para los meteorólogos, porque su evolución es dinámica, cambiante y de pronóstico incierto.
La Dirección Meteorológica de Chile (DMC) define a este fenómeno como “un gran núcleo de aire muy frío que rota en el sentido de las agujas del reloj. De ahí que en palabras técnicas se dice que son ‘depresiones (bajas) asociadas a un núcleo de aire frío que se manifiesta de manera importante en los niveles altos y medios de la tropósfera’. La última parte de la definición técnica explica por qué no sentimos frío cuando caen chubascos con una baja segregada, esto porque se manifiestan en la tropósfera media y alta”.
El meteorólogo, Diego Campos, en su artículo El qué y el cómo de las bajas segregadas, realiza un ejemplo muy didáctico. “Si la tropósfera fuera un edificio de 10 pisos, las bajas segregadas vivirían típicamente entre el piso 5 y el 10. Los sistemas frontales, en cambio, se manifiestan principalmente en los pisos bajos”.
Campos aclara que “estos fenómenos son capaces de generar fuertes corrientes de aire entre los pisos altos y bajos de nuestro hipotético edificio. Ese movimiento vertical de aire es una de sus principales características y es lo que permite la formación de nubes de tormenta que son capaces de crecer a todo lo alto del edificio atmosférico”.
Para que alcancen su máximo potencial, además, requieren de humedad en el ambiente y calor. Por eso son más comunes en las medias estaciones (otoño y primavera) y, de cuando en cuando, también en el verano.
La DMC revela que, en promedio, “son unas 10 las bajas segregadas que afectan a Chile durante el año (cifra al alza), principalmente, en la zona centro-norte en el otoño y la primavera. Suelen tener entre 800 y mil 200 kilómetros de diámetro y pueden permanecer en actividad un par de días”.
El organismo detalla que estos fenómenos aportan unos 40 milímetros de lluvia anual a los valles centrales, cantidad que aumenta en la cordillera, “en donde son la principal causa de las tormentas eléctricas y los aluviones. En el norte del país representan más de un tercio de las lluvias anuales”.
Las bajas segregadas o núcleos frío en altura “son capaces de generar mucha precipitación en un abrir y cerrar de ojos, además de producir tormentas eléctricas, granizos y otros fenómenos peligrosos”, advierte el organismo.
Ya lo sabes, cada vez que veas un pronóstico que incluya una baja segregada, prepárate, porque muchas cosas (o ninguna en tu sector) pueden pasar, por ejemplo, en este año nuevo 2023.