Ir o no ir a los Óscar, he ahí el dilema de Miguel Littín.
Mientras en Chile Pinochet mantenía al país bajo dictadura, el cineasta exiliado había sido nominado a Mejor película extranjera por una realización hecha con México (y posteriormente con Nicaragua).
Asistir era una responsabilidad, sin duda. Y en conversación con Aldo Schiappacasse, Littín profundizó sobre la contradicción de presentarse en un evento lleno de glamour cuando en su país se vulneraban los Derechos Humanos.
Pues había una razón para estar ahí.
"Me llega una carta firmada por organizaciones que están luchando en Chile contra la dictadura, en la cual me dicen: 'usted, si gana el Óscar lea esta carta. Para que todo el mundo sepa qué es lo que está ocurriendo en Chile'", comentó.
Sobre el contenido, explicó el director de cine, presentaba principalmente cifras y datos duros, lo que calificó como "una información dramática"
Finalmente, cuenta, Littín conservó esa misiva pues no logró obtener la estatuilla.
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