Los científicos se especializan y se van del país, por lo tanto, uno de los pilares no aporta al crecimiento nacional. Además, en áreas como las fuentes de energías renovables no convencionales, podríamos generar equipos modernos, formas de funcionamiento y obtención, además de protocolos certificad
Miércoles 21 de junio de 2017 | 14:11
No somos un país innovador o destacado, pese a tener bastantes alternativas para generar mercado/estado competitivo y distintivo. Lo que tenemos que tomar en cuenta es que requerimos cambios radicales en nuestra cultura organizacional a nivel empresarial y educacional, con tal de establecer patrones de investigación y desarrollo a nivel país.
Esto por supuesto requeriría que estableciéramos nuevas variables que se actualicen mediante la investigación científica y el fortalecimiento de la ciencia básica/aplicada, como también que los privados generen áreas de inserción investigativa. Alianzas entre universidades y empresas que no lleguen al lucro descabellado o a la generación de intereses creados.
El problema es que se debe dar un cambio de mentalidad que es difícil de erradicar. Los científicos se especializan y se van del país, por lo tanto, uno de los pilares no aporta al crecimiento nacional. Además, en áreas como las fuentes de energías renovables no convencionales, podríamos generar equipos modernos, formas de funcionamiento y obtención, además de protocolos certificados e influyentes en los procesos.
Tenemos extensos territorios para generar geotermia y no se aprovechan, tenemos grandes extensiones de playa y no se generan obtenciones de agua potable desde agua salada. En el cobre, no se aprovechan los productos derivados del mismo para apoyar y fomentar la artesanía o para tecnologías electrónicas, aumentando las aplicaciones derivadas. Todo obviamente, se debe establecer bajo temáticas de cambiar la forma en que la política apoya la ciencia (que sea prioridad) y donde actualmente se da pobremente en apoyo con aportes ridículos y pésima gestión de las instituciones que tienen a cargo este aspecto.
En rigor entonces, el cambio debe ser radical desde los pilares del desarrollo en el país, por lo que la mentalidad social, política y económica debe cambiar