El día de hoy estamos presenciando una política distinta. Sin embargo candidatos cualquiera sea su coalición, se empecinan en prometer lo popular para atraer votos. Probablemente no es malo, pero ¿hasta qué punto podría llegar un candidato para llegar a la presidencia?
Hemos presenciado debates en los que algunos demuestran conocimiento en todas las materias y otro no tanto, como por ejemplo gratuidad universal y de calidad, problemática que la ciudadanía reclama con voces en las calles desde la Revolución Pingüina (dicho sea de paso a esta revolución se le sumó la movilización estudiantil, de la que hoy en día se ven varias caras que pudimos conocer de aquel movimiento, como Camila Vallejo, Carol Cariola, Gabriel Boric y Giorgio Jackson, quienes forman parte de pre candidaturas presidenciales).
Desde el año 2011 que se lucha por el mismo fin y para ello algunos precandidatos plantean la gratuidad universal de calidad, restándole importancia a muchas otras materias que apremian a la población chilena, sobre todo en regiones, que lamentablemente pareciera que hoy se encuentran menos protegidas que antes.
La centralización en este periodo de gobierno ha quedado a la vista, si no fuera por las catástrofes naturales que han aquejado a regiones como Valparaíso, Copiapó, etc. El foco no siempre es uno, como se dijo hace unos días.
