Juma

Hija de Gil y Maria Marruá, nace en contra de la voluntad de su madre, que había perdido tres hijos en el camino, y se convierte en una joven dueña de rara belleza natural. Limitada al trozo de tierra donde creció, Juma entiende la vida de una manera muy cruda, natural y pura, apartada de la sociedad y sus vicios, sin medias verdades ni ilusiones. Su crianza estuvo regida por valores primitivos y heredó de su madre la forma de vida salvaje y visceral. Juma aprendió a relacionarse adecuadamente con casi todas las especies que vivían en el Pantanal, con excepción de una: el hombre. Enterró a su madre junto a su padre, con la certeza de que viviría allí junto a ellos hasta que llegara su hora. Y así hubiera sido si Jove, hijo de Zé Leoncio, no hubiera regresado al Pantanal. A partir de entonces, Juma, que siempre había estado tan atenta a las artimañas del bicho hombre, quedó cautiva de un nuevo sentimiento: de todos los peligros del mundo, su madre no la había preparado para defenderse del amor.