Juve

Frágil, inteligente, irreverente y un poco mimado, Juve fue criado en Rio de Janeiro por tres mujeres (su madre, Madeleine, su abuela, Mariana, y su tía, Irma) y un abuelo senil, convirtiéndose en la antítesis de su padre, José Leôncio. Creció apartado de su época y generación, casi en "modo avión", convirtiéndose en un joven introvertido, apático y pasivo, aunque observador y profundamente sensible. La verdad es que nada en su medio lo atraía, lo instigaba o realmente despertaba su interés, hasta que descubre sus raíces.