Viendo a Sebastián Piñera en “Tolerancia Cero”, no puedo evitar llegar a la conclusión que para aprobar el matrimonio igualitario se debe primero cambiar en forma tajante el apoyo popular a la medida, que si bien es mayoritario (59%), podría ser mucho más rotundo.
Para el pre-candidato de “Chile Vamos” es irracional apoyar tal medida, ya que -incluso no considerando su creencia religiosa- esto le significaría echarse encima a su coalición y perder al voto conservador. En otras palabras, el capital político es tan grande que no le conviene apoyar la medida y estoy seguro que, aunque no concuerde moralmente con ella, estaría muy dispuesto a apoyarla si esto le significara beneficios.
Si se logra que el matrimonio igualitario sea un aporte al capital político de los candidatos en vez de un costo alto (considerando que quienes apoyan la medida férreamente no tienen real capital político y que al sistema duopólico le quedan unas cuantas elecciones), la medida sería aprobada en tiempo récord. Lamentablemente, para esto es necesario un cambio de mentalidad de la sociedad en su conjunto, basado en la conciencia de los derechos de los demás y en dejar de demonizar realidades como la homosexualidad y las familias homo-parentales.
Dado esto, creo que podrían convencer a cualquier candidato a que apoye la medida si se enfocan primero en cambiar la opinión pública más que el marco legal. Es mucho más complejo y lento, pero significaría un real avance en materia de derechos humanos.
